Piometra: Cómo reconocer, prevenir y tratar esta afección en las mascotas

Signos y síntomas de la piometra en mascotas

La piometra es una infección grave del útero que puede afectar a perros, gatos y conejos. Se desarrolla en hembras intactas, generalmente unas semanas después de su ciclo de celo. Reconocer los signos y síntomas es importante para un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. Los síntomas más comunes de la piometra incluyen:

- Letargo
- Aumento de la sed y la micción
- Pérdida de apetito
- Secreción vaginal similar al pus o con sangre
- Abdomen hinchado
- Vómitos, diarrea o fiebre en algunos casos

Si notas alguno de estos síntomas en tu mascota, es crucial buscar atención veterinaria de inmediato.

El perro de la imagen sufre de piometra avanzada, evidenciada por la pérdida de peso y las costillas expuestas.

Prevención de la piometra

La mejor forma de prevenir la piometra es mediante la esterilización temprana. La extirpación del útero (esterilización tradicional o con preservación de los ovarios) en una edad temprana es la medida preventiva más efectiva, ya que elimina la posibilidad de desarrollar la infección. La extirpación del útero también evita las fluctuaciones hormonales que contribuyen al desarrollo de la piometra. Recuerda discutir con tu veterinario los momentos adecuados para realizar la esterilización, ya que puede variar según la raza y la salud general de tu mascota.

Tratamiento de la piometra

Cuando se diagnostica piometra, es crucial un tratamiento rápido para salvar la vida de tu mascota. La opción de tratamiento más importante es la extirpación quirúrgica del útero infectado, conocida como ovariohisterectomía o "esterilización". Esta cirugía no solo elimina la infección existente, sino que también previene futuros episodios de piometra. Además de la cirugía, se requerirá tratamiento médico con antibióticos y cuidados de apoyo.

En la foto se muestra a Lilly con un abdomen distendido antes de la cirugía.

Complicaciones y riesgos de la piometra

La piometra no debe tomarse a la ligera, ya que puede dar lugar a complicaciones graves. La infección puede propagarse a otros órganos, causando infecciones sistémicas e insuficiencia orgánica. Además, la presión del útero inflamado puede restringir el flujo de sangre hacia los órganos vitales y causar un shock séptico. Cuanto más tiempo se prolongue la infección, mayores serán los riesgos. Por eso, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son fundamentales para una recuperación exitosa.

Una semana después de la cirugía, Lilly se muestra mejor y en proceso de recuperación.

Recuerda que tu opinión es importante. Deja tus comentarios y experiencias sobre la piometra en tus mascotas.